EL PENSADOR

Una escultura de Nadín Ospina

“El Pensador” es una obra que aúna el humor y la reflexión en un objeto escultórico, aparentemente tradicional. Una  representación de la iconografía pop contemporánea hace  un guiño a la historia del arte para producir una pieza  singular que activa un pensamiento lúdico.

Memoria

Las sociedades contemporáneas, ineludiblemente inmersas  en la globalización comparten imaginarios colectivos que se  manifiestan a través de los mass media en los símbolos  universales de la llamada cultura pop

El cómic o historieta, un producto arquetípico del pop, es un  fenómeno que despertando una pasión universal se ubica  en la categoría de objeto de culto.

Superman el primer superhéroe de historietas¹, el más  icónico y perdurable representante del género, es 

incuestionablemente el paradigma de este universo  fantástico y su singular personalidad, mezcla de futurismo y  anacronismo nostálgico, ha suscitando un sin número de  interpretaciones sociológicas, políticas y psicológicas.  

Superman es la encarnación de un ideal fundamental de la  humanidad, el prototipo del paladín de la verdad y la  justicia, un reflejo romántico de la épica caballeresca  medieval. 

Superman es un personaje complejo; huérfano, adoptado,  desplazado, extraterrestre, inmigrante forzoso, dueño de  una doble personalidad y atormentado por todo tipo de  rumores malintencionados sobre su vida sexual.

Superman es visto por muchos como un símbolo del  capitalismo y de la prepotencia imperialista norteamericana  y paradójicamente como el elemento catártico de los  miedos y debilidades de esta misma sociedad incapaz de  resolver sus conflictos reales. 

Desde nuestras sociedades periféricas Superman resulta  doblemente extraño, doblemente extranjero,  superlativamente fantasioso. Su glamorosa ciudad  Metrópolis y su híper tecnológico Kriptón natal nos son tan  ajenos que la sola idea de un probable encuentro con  nuestro entorno resulta intensamente surrealista y poética.

Basado en la icónica figura de este personaje y  fusionándola con la también famosa imagen de Rodín, se  crea la pieza “El pensador”, una escultura en bronce  policromado con diversas connotaciones. 

Se trata de una pieza de carácter público que inserta en un  entorno determinado con características sociológicas  propias un elemento lúdico inesperado y reflexivo. ¿Está Superman en este lugar por error?, ¿se ha perdido?,  ¿ha enloquecido?, ¿ha sido deportado?, ¿se ha cansado  de vivir en el primer mundo?, ¿ha venido a cumplir aquí  alguna súper misión?. Su actitud reflexiva y meditabunda se debe: ¿a que esta  desconcertado por la realidad colombiana que le ha  sobrepasado?, ¿a que ha perdido sus superpoderes? o ¿a que ha logrado terminar con todos los problemas de la  ciudad y se encuentra desempleado? 

La pieza El Pensador llama la atención de manera irónica y  juguetona sobre diversos aspectos de la realidad socio política y deja abierta una pregunta sobre el valor de la  fantasía y la imaginación frente a la agobiante y a veces  insoportable realidad como sugerencia del ejercicio creativo y del uso del arte y el humor como elementos liberadores.    

La obra es una escultura en bronce de 2,10 metros de  altura ubicada en el espacio público exterior del edificio Bancolombia de la ciudad de Medellín, generando un  dialogo parte humor parte reflexión con el espectador  desprevenido. La pieza generará un punto de referencia en  el lugar escogido para su ubicación propiciando el  encuentro y la lúdica enriquecedora. 

¹ Joe Shuster y Jerry Siegel crearon el personaje para la  revista Action Comics N°1 publicada en 1938