
La serie DEL OTRO MUNDO, se enfoca en la producción fantástica y de ficción del mundo del entretenimiento: el cine, la televisión, el comic y el universo inagotable de sus subproductos, los objetos pop de colección. Aquí se sintetizan muchas preocupaciones que han sido claves en la obra anterior; la detección y la reafirmación de las fusiones e interacciones culturales, la representación alegórica de los encuentros simbólicos como metáfora del acontecer histórico contemporáneo, el humor como herramienta de reflexión, la apelación a la imaginería de la cultura Pop con la consecuente reaparición de los seres fantásticos y los referentes precolombinos. En esta serie aparece un nuevo personaje, o es más bien un tema nuevo; el extraterrestre, un ícono de la ficción que se convierte en metáfora del extranjero, del forastero, de lo misterioso, de lo oculto, de lo peligroso. El alienígena es un humanoide, un ser genérico, no es el retrato de nadie en particular, es una representación de “El otro”. Los conceptos de “el Otro”, “la otredad”, “la alteridad”; han sido tópicos fundamentales de los estudios de las ciencias sociales en su intento por explicar las problemáticas intrínsecas a la interacción humana. La idea de “El otro” como opuesta al concepto de identidad, define la experiencia de la confrontación con lo extraño, lo ajeno, lo diferente, lo lejano, lo incierto. Arthur Rimbaud en mayo de 1871, en sus Cartas del vidente, introduce su célebre frase “Je est un autre” (“Yo es otro”). El poeta dice: (“Yo es otro. Tanto peor para la madera que se descubre violín, ¡y mofa contra los inconscientes, que pontifican sobre lo que ignoran por completo!”). Premonitoria introducción literaria de una idea retomada posteriormente por la filosofía, el sicoanálisis y la antropología para señalar los aspectos negativos que surgen de los intercambios culturales, de las migraciones, los desplazamientos y las violencias producto del colonialismo, el sojuzgamiento y la inequidad.
Este tema de la otredad representado simbólicamente por la imagen del alienígena me remite a cuestiones de actualidad. Pienso en las problemáticas sociales que generan las migraciones forzosas, y como se ponen de manifiesto tensiones expresadas en conceptos como alienígena vs aborigen y alóctono vs autóctono.
El “imaginario colectivo”, un concepto de las ciencias sociales, acuñado en los años 60s por Edgar Morín, designa al conjunto de mitos y símbolos que, en cada momento, funcionan efectivamente como la “mente” social colectiva. Este imaginario colectivo alimentado, tanto en su dimensión real como imaginaria por los medios de comunicación crea arquetipos universales que refuerzan un sentido de comunidad conservadora y que se introducen insidiosamente en los productos de consumo, desarrollando arquetipos negativos de alteridad que funcionan como su “Hades” (imaginario negativo).
Frecuentemente, estas representaciones fantasiosas de la alteridad llegan a trascender el entorno real y adquieren la fuerza y la belleza del mito, convirtiéndose en iconos populares, pero en muchos casos, inevitablemente conllevan los peores prejuicios xenófobos que implantan la imagen colectiva del criminal, del impresentable, del monstruo universal. DEL OTRO MUNDO es alegoría, es recreación nostálgica del retro futurismo kitsch y es metáfora de la contemporaneidad y sus circunstancias.
